lunes, 30 de noviembre de 2009

Hay que cambiar las viejas actitudes ante las redes sociales

Parece que ya nadie niega la necesidad de estar en los medios sociales y gestionar una presencia, tanto individual como de empresa, potente y adecuada a sus necesidades. Lo que no parece tan claro es cómo se hace eso. Cada uno tiene su propia visión de los medios sociales y de su utilidad, pero no todas esas visiones pueden ser válidas. Viene esto a cuento por una muy interesante reflexión de Tomeu Cabrer en la Comunidad HOSTELTUR, donde a partir de un sugerente título, ‘Cómo aumentar tus followers sin tweetear’, describe alguna técnica que consigue aumentar el número de seguidores en Twitter sin crear mucho valor en sus entradas.
Más allá de la validez o no de la técnica, lo que subyace en este tipo de estrategias es una errónea visión de qué son Twitter y los medios sociales. Resulta curioso cómo cuando alguien entra en los medios sociales por primera vez tiende a apostar por la cantidad más que por la calidad. Parece haber una obsesión por el tamaño e incluso por ver quién la tiene más grande (la lista de seguidores), de modo que eso ya se considera un factor de éxito. Tal vez sería mejor hacer una reflexión en voz alta sobre lo relativo que es tener un número elevado de seguidores si esos seguidores no reciben un contenido que les resulte atractivo.

Evidentemente Tomeu Cabrer es consciente de eso, y así lo dice tras describir la técnica para “cazar” nuevos seguidores: “Esta es una buena forma de estar en twitter sin dedicarle demasiado tiempo, aunque si uno pretende hacer algo mas que aumentar sus followers puede que nos aporte poco valor”.
Llegar al cliente a través de sus gustos

Seguimos en la tendencia de trasladar las acciones y estrategias de los medios tradicionales a los medios sociales, buscando un impacto por “inundación” y en absoluto segmentado, en lugar de desarrollar estrategias que nos ayuden a ofrecer un mensaje cargado de valor y perfectamente segmentado, no ya por los criterios tradicionales de nacionalidad, edad, etc., sino buscando otros más acordes con las necesidades del propio cliente, como pueden ser los gustos, motivaciones o deseos.
Buscar la mera cantidad como elemento fundamental del éxito en nuestra presencia en los medios sociales es un error. Ningún cliente es capaz de seguir a una empresa en la Red si no ve en ella algo que le aporte valor. La mala noticia es que cada usuario tiene un concepto de valor distinto; la buena, es que se lo podemos preguntar. Pensar que por el mero hecho de conseguir muchos seguidores vamos a tener éxito en la Red es un error. Lamentablemente los seguidores vienen y se van, no son una conquista definitiva.
Antes de buscar a esos seguidores siempre es conveniente tener una estrategia diseñada y lista para desarrollar, buscando la consecución de esos objetivos con una serie de acciones que conjuguen cantidad y calidad, un aporte de valor adecuado enfocado a un numeroso número de seguidores. El equilibrio entre ambas métricas es la clave del éxito.
Ya no podemos esperar una correlación entre lo invertido y lo recuperado en base a criterios cuantitativos. Las tradicionales mediciones en base al ROI han de dar paso a una combinación de éste con el IOR, el Impact of Relationship, que mide la calidad de nuestra presencia en la Red y que no se ha de traducir miméticamente en un impacto económico. El valor que podemos dar y recibir en y de la Red es mucho más rico que el beneficio monetario, por eso es fundamental tener una estrategia adecuada para completar una presencia en los medios sociales y en Twitter exitosa. De eso va a depender en muchos casos nuestra reputación.

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